Series que ayudan a escribir: The Punisher y los antiheroes

En plena edad de oro de los superhéroes y los comics, empiezan a llegar a nosotros los antihéroes.
Personajes como Deadpool o The Punisher se hacen por fin un hueco en nuestras pantallas, lo cual es muy de agradecer dada la complejidad de esos personajes.
Ya te conté que Marvel y DC se están haciendo con las televisiones, con series como Daredevil o Arrow, entre otras.
A finales de 2017 apareció la primera temporada de The Punisher en Netflix, dándome la alegría de mi vida.
El personaje, Frank Castle ya hizo su aparición en la segunda temporada de Daredevil, como antagonista del protagonista y haciendo que cayera tan bien que tuvieron que hacerle su propia serie.
Aquí el actor Jon Bernthal da vida a Frank Castle, un marine veterano que ha participado en varios tours en Afganistán y sido parte de operaciones secretas con la CIA. Es también un francotirador muy experto. Pero al regresar a casa (y pasar por un síndrome post traumático del que nunca llegó a recuperarse) su familia y él son víctimas de un tiroteo entre dos bandas. Su familia (mujer y dos hijos menores) mueren en el tiroteo y Frank queda en coma con un tiro en la cabeza. Inexplicablemente, se despierta y sale del hospital para no volver y empieza a buscar a los asesinos de su familia.
Así empieza una carnicería hasta acabar con la totalidad de miembros de las bandas que participaron en el tiroteo. Cuando ya crees que eso era suficiente, descubre que el tiroteo fue culpa de la fiscal del distrito y ahí ya termina de liarse del todo el asunto.
Eso solo es la parte de su cameo en Daredevil.
En la serie vemos a un Frank que ya ha acabado con todos los que creía culpables de la muerte de su familia. Se le ha dado por muerto y está empezando de nuevo con una nueva identidad y en otra ciudad distinta. Pero te das cuenta de que solo es una cascara de la persona que fue.
Frank no vive. Sobrevive a duras penas.
Para ser la serie sobre un tío que obviamente tiene un serio problema mental y que disfruta demasiado masacrando gente, acabas por cogerle un cariño que no es ni medio normal. Y todo es culpa de la maravillosa actuación de Jon Bernthal.
Jon consigue que veas como Frank sufre. Cada día de su vida, cada noche… todas las noches sueña con su familia y como los matan. Todas las noches.
Me encanta como está construido el personaje. Porque pudiendo caer en lo fácil y ponernos solo a un psicópata y mucha acción, nos dan un personaje muy complicado, del que no sabes que pensar, pero estás de su lado. Empatizas con él desde el capítulo uno.
Si aún no has visto la serie, te la recomiendo. Muy mucho. Eso sí, abstenerse los sensibles, porque es muy dura y tiene muertes muy sangrientas y crueles.
Si aguantas eso, coge pañuelos porque también sufres por el personaje. Y disfrutaras de su complejidad, de su humanidad, de la crítica al abandono hacia los veteranos de guerra en Estados Unidos, al problema de la sociedad en aceptar las enfermedades mentales y mucho más.
Porque una serie basada en un comic no tiene por qué ser tan simple.
Este enero nos dieron la tan ansiada segunda temporada y, por increíble que parezca, aun es mejor que la primera.
Lamentablemente, Netflix se ha visto obligada a cancelar esta y las demás series que tenía de personajes de Marvel porque Disney es la nueva dueña de esa franquicia.
Disney asegura de que seguirá haciendo series sobre esos personajes pero yo ya doy por perdido al Frank Castle que me ha enganchado. Dudo muchísimo que una empresa como Disney permita que un personaje creado como estaba la represente.
Una verdadera lástima.
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