Lobos: último relato antes de la salida.

¡Casi está aqui!

Si, Lobos casi ha llegado.

Hoy ya es 24, así que solo quedan 4 días para la salida de Lobos a Amazon.

¿Cómo de emocionado andas?

Yo, muchísimo.

Así que antes de que se acabe el tiempo, te voy a dejar un nuevo relato para que lo disfrutes mientras pasa el tiempo.

¡Disfrútalo!


Colby esperó a que Jon se durmiera para escabullirse de la cama. Lo miró con pena, dándole un suave beso antes de volver a vestirse y salir de la habitación.

La casa estaba en silencio y a oscuras. Hacia un buen rato que la fiesta había acabado y todo el mundo se había marchado.

Solo quedaban ellos dos y sus padres. Joseph estaba con Gale.

Mientras retiraba el cuadro tras el que su padre ocultaba la caja fuerte en su despacho e introducía la clave, pensaba en las amenazas de La Orden y en lo mucho que iba a extrañar a su familia.

La Orden había sido clara. Si no traía esos documentos, matarían a Jon y a su madre. Eran los blancos más fáciles, ya que su padre y Joe al ser Alfas tenían mucha más seguridad y, por lo tanto, más complicados de atentar.

Su corazón se rompió un poquito al ver la carpeta marrón. Había considerado muchas veces decirle la verdad a su padre y que este buscara alguna solución a su problema pero… ¿y si mientras buscaban esa solución La Orden mataba a su madre?

¿O, peor aún, a Jon?

Colby no podría vivir si Jon muriera. Lo amaba demasiado para ello. Prefería mil veces que le considerara un traidor a que muriera por su culpa.

No, Jon debía ser protegido a toda costa.

Cogió la carpeta y se la guardó dentro de la cazadora. Hora de irse.

– ¿Col, qué estás haciendo?

Colby se congeló, cerrando los ojos y maldiciendo interiormente. ¿Cómo lo había descubierto Jon?

– ¿Qué haces con esos papeles? – volvió a preguntar el mayor, mirándole extrañado.

– Lo siento…

– ¿A qué te refieres? ¿Qué pasa? – Colby no le dejó hacer más preguntas.

Aprovechando que era más rápido que su hermano y que este todavía no sospechaba nada, saltó sobre él, dándole un puñetazo en el estómago que lo dejó momentáneamente sin aire y pasó a toda velocidad por su lado. Salió de la casa lo más rápido que pudo, aunque aún le dio tiempo de escuchar a su madre dar un grito y llamarle.

Sin mirar atrás cogió su vieja moto, la cual había sacado del garaje antes de dirigirse al despacho a por los documentos, y se dirigió al punto de encuentro. No tardó en llegar ya que estaba a solo cinco kilómetros de su casa, en un campo abierto que su contacto había usado como pista de aterrizaje para su helicóptero.

Colby rodó los ojos. Muy sutil el helicóptero. Sería porque no encontraron algo más grande y ruidoso.

– ¿Tienes los documentos? – le preguntó su contacto sin ni siquiera saludar. Era un humano, como los demás cazadores.

– Si, pero tienes que llevarme con vosotros. Me han descubierto. – exigió.

Lo había pensado mientras observaba a Jon dormir. Ya estaba condenado pero podría hacer algo para purgar un poco sus pecados. Si se introducía en el seno de La Orden tendría más probabilidades de interferir. Tal vez, en un futuro, pudiera volver a casa con algo que les hiciera perdonarle.

– Eso ha sido muy descuidado por tu parte.

– Después de tres años haciéndoos recaditos, no creo que haya sido tan descuidado.

– Además, te han seguido. – le informó el cazador, señalando a su espalda.

Colby maldijo al comprobar, que Jon estaba ahí, mirándole horrorizado. Y justo detrás de él, Joe llegaba también.

Perfecto, ironizó. ¿No venían también sus padres para acabar de destrozarle?

Detrás de sus hermanos aparecieron cuatro cazadores, armados con palos que los golpearon hasta dejarlos en el suelo casi inconscientes. Colby se asustó y se dirigió corriendo hacia ellos para evitar que los cazadores los mataran.

Los disperso a base de gruñidos. Sin querer acercarse demasiado, comprobó aliviado que sus hermanos seguían con vida, si bien estaban muy golpeados.

– Si quieres venir con nosotros, más te vale alejarte de ellos ya. – le ordenó el cazador. Colby le dirigió una mirada envenenada.

– No voy a dejar que los mates. Todo lo que he hecho era para mantenerlos vivos. – su contacto bufó, molesto.

– Está bien. – gruñó, alejándose y haciendo un gesto al resto para que se fueran. Estos obedecieron. – Pero solo porque has demostrado ser un elemento valioso y vamos a usarte más.

Colby dirigió una última mirada a sus hermanos antes de subir al helicóptero y marcharse.

Mientras, unos muy magullados Joe y Jon eran encontrados media hora después por su padre y un par de lobos más.

Fue dos días después cuando Jon por fin se encontró con fuerzas para levantarse. Todavía tenía moratones y heridas en buena parte de su cuerpo, sobre todo la espalda donde había recibido más golpes.

Sin embargo, era su corazón el que estaba más herido. Casi de muerte.

¿Cómo había sido tan estúpido? ¿Cómo no había visto lo que estaba haciendo Colby?

¿Cómo?

Después de lo ocurrido, su padre revisó varias cosas y llegó a la conclusión de que había sido el pequeño el causante de varios robos y chivatazos a La Orden que habían puesto a la manada y el Consejo en peligro en los últimos dos años.

Y durante todo ese tiempo había seguido con él como si nada pasara.

¿Había sido todo fingido?

Recordó la noche del ataque, como había insistido en pasar un rato a solas a pesar de estar en la fiesta, como habían hecho el amor esa noche.

Nunca se le ocurrió pensar que esa sería la última vez que le besaría.

– ¿Cómo te encuentras, tesoro?

Jon observó a su madre. Tenía aspecto cansado y muy triste. Para ella había sido un duro golpe enterarse de la traición de Colby.

– Como si me hubieran dado una paliza. Pero ya estoy mejor. – su madre sonrió con tristeza.

– Me alegro mucho. Estaba muy preocupada por ti.

– Estoy bien. Hace falta mucho más que eso para pararme. – su madre asintió. – Mamá…

– ¿Si?

– ¿Crees que…? ¿Crees…? – no era capaz de formular la pregunta.

Sin embargo, no fue necesario. Su madre, con esa intuición y esa costumbre de leerle la mente, supo enseguida que le preguntaba. Su mano se posó suavemente en el su brazo y se lo apretó con cuidado.

– Colby te quiere de verdad, Jon. No tengo ninguna duda al respecto. No sé porque ha hecho lo que ha hecho, pero no existe duda en mi corazón de que su amor era y es verdadero.

Jon asintió en silencio. Su corazón, aunque dolorido, pensaba lo mismo que su madre. Colby no había fingido su relación. Pero su cabeza no podía estar tranquila hasta que averiguara porque había traicionado a su manada y a él.

Necesitaba saberlo.

– ¿Vas a ir a buscarlo? – siempre había sido transparente para ella. – La manada lo ha declarado traidor. No van a permitirte ir a buscarle.

– No voy a permitir que me detengan.

– Entonces deberás marcharte antes de que puedan notar tu ausencia. ¿Sabes por dónde empezar a buscar?

– No… no tengo idea, la verdad.

Ahí se sentía perdido. No tenía la más mínima pista de hacia donde se había dirigido el pequeño ni donde se escondía La Orden. Podía estar en cualquier parte del mundo, de hecho.

– Existe un lugar en Alaska. Destruction Bay. Es un pueblo perdido en mitad del Yukón y un refugio para gente de nuestra comunidad, sobre todo para los proscritos. – le informó su madre. – Allí puede que encuentres ayuda para buscar a La Orden. Todos los de ahí han tenido sus más y sus menos en algún momento con la organización.

– Gracias, mamá.

– No me las des. Recuerda que solo por irte a buscarlo, romperás las normas y te convertirás en proscrito tú también. Ten cuidado de que no te encuentren.

Esa noche, Jon se escabulló de todos y cogió lo imprescindible, dirigiéndose al aeropuerto. Había comprado un billete para White Horse, Alaska. Era el aeropuerto más cercano a su verdadero destino.

Al pasar el arco de seguridad, se llevó una sorpresa al ver a su hermano Joe esperándote con una diminuta sonrisa en el rostro.

Mil preguntas rondaban en su cabeza al verlo, pero, sobre todo, una inmensa felicidad al descubrir que no iba a estar solo en esa búsqueda.


 

¡Recuerda!

Lobos sale a la venta el 28 de febrero en Amazon.

¡No te la pierdas!

 

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Lobos: un nuevo relato

Lobos: un nuevo relato.

relato lobos

Pues como no tengo mucho que poner aún de la nueva novela (espero que pronto si tenga algo) pues te voy a dejar otro relatito con los protagonistas de la novela. Un cuqui-porno más cuqui que otra cosa, porque porno poco. Pero está bonito.

¡Disfrútalo!


– ¡Jooooooooooon!

Jonathan escuchó a su pareja llamarle antes de abrir la puerta del apartamento y gimió interiormente. Colby solo hacía eso cuando estaba borracho. Muy borracho.

Efectivamente, al abrirse la puerta del apartamento, Jon vio a un muy intoxicado Colby siendo sujetado y arrastrado por su otro hermano, Joseph. El rubio alzó una ceja al verlos y el mayor le sonrió, intentando no caer con su carga.

– Lo siento. Cuando me di cuenta, ya era tarde. – se excusó el mayor.

– En serio… una sola vez que no os acompaño a la reunión y se te emborracha.

La razón por la que Jon no los había acompañado a la reunión de la manada era porque se torció el tobillo la tarde anterior. Lo tenía hinchado y le dolía, así que decidió saltarse la reunión, dejando que Colby fuera con Joseph.

El problema era que en esas reuniones los alfas mayores tenían una preocupante tendencia por beber y hacer beber a todo el mundo. No era ni la primera ni la última vez que alguno de los tres acababa en semejante estado, pero Colby era el más propenso ya que no soportaba bien el alcohol.

Con un suspiro resignado, Jon se preparó para un Colby borracho. Y un Colby borracho era un lobo excesivamente empalagoso, cariñoso y emotivo.

Iba a ser una noche muy larga.

– Siéntalo aquí. – le pidió a su hermano, palmeando el sitio libre en el sofá a su lado. – No hay manera de que pueda llevarlo a la cama luego y ahora seria contraproducente. Seguro que acabará vomitando.

– Lo siento. ¿Quieres que me quede? Por si necesitas ayuda.

– Nah, ya lo manejaré. ¿Podrías traer la manta roja que hay sobre la cama? Creo que vamos a dormir aquí esta noche.

Joseph asintió y no tardó en llevarle la manta que le había pedido. Jon la colocó a su lado, mientras Colby ya empezaba a acurrucarse y a hacerle carantoñas.

– Si necesitas algo, llámame. ¿Vale?

– Estaremos bien. El tobillo ya me duele menos.

– Igualmente, no intentes moverlo esta noche.

– Dependerá de si aquí Casanova aguanta y no vomita. – rio.

Cuando el mayor se hubo marchado, Jon se giró en el sofá, hacia su pareja, quien prácticamente intentaba escalar a su regazo, hociqueando en su cuello y rodeándole la cintura con sus brazos de manera torpe.

Colby rozaba su mejilla contra la de Jon, besándole en el cuello y apretándose contra su cuerpo. El rubio bufó una risotada, rodeando la cintura del otro con su brazo para detenerle de seguir aplastándole.

– ¡Joooooooooooon! – gimió Colby, tan fuerte y tan cerca de su oído que el aludido hizo una mueca de dolor.

– Col, cariño, estoy aquí. No hace falta que grites. ¿Por qué has bebido si sabes que te sienta fatal? – el otro frunció el ceño, poniéndose bizco y haciéndole reír.

– Porque así no los escuchaba hablar. Y así no me hablaban.

Jon hizo una mueca, triste por su pareja. A pesar de que la mayoría de la manada había pasado página y perdonado lo hecho por Colby, pero aun quedaban miembros que seguían recelando de él.

Era algo comprensible y Colby lo entendía. Habitualmente, no solían decir o hacer nada si Jon estaba allí, pero, claro… esa noche no pudo ir y su pareja se sintió vulnerable y expuesto ante esos lobos.

Con un suspiro, le acarició la mejilla y alzó su rostro para darle un suave beso.

– No era la solución más inteligente.

– Pro… probl… puede. – tartamudeó, haciéndole sonreír al notar como se trababa al hablar.

– Y no puedes seguir escuchando a esa gente. Acabaran por aceptar que estás de vuelta, pero no debes hacerles caso cuando hablen tontería. No saben una mierda. No tienen idea de lo que has pasado y hecho para ayudar.

– Pero si saben lo que hice. – musitó el pequeño, en voz baja.

– Conocen una parte. Y la otra, la que no saben, compensa la primera con creces.

Colby se acurrucó con él en el sofá, escondiendo el rostro en el cuello de Jon y suspirando feliz cuando su pareja les tapó con la manta, abrazándole para evitar que cayera al suelo.

Pasaron unos minutos en silencio. Jon pensaba que su pareja se había dormido cuando este le sorprendió, volviendo a hablar.

– ¿Jon?

– Dime.

– ¿Me sigues queriendo? – Jon soltó una risita, acariciándole el cabello.

– A ver… vivimos juntos, estamos emparejados, estoy aguantando tus noventa borrachos kilos aplastándome en el sofá a pesar de tener un tobillo echo polvo… yo creo que algo te quiero. – rio.

– Pero ¿me sigues queriendo como antes?

Jon volvió a cogerle del rostro para besarle y luego le obligó a mirarle mientras le contestaba.

– No. – Colby le dirigió una mirada sorprendida y dolida. – No puedo quererte como antes. Somos varios años más viejos, hemos cometido un montón de errores y hecho algunas cosas bien. No te quiero como antes, te quiero más.

Eso pareció calmar a su pareja, quien le dedicó una enorme sonrisa y se volvió a acomodar en su pecho y no tardó en quedarse dormido, el alcohol acabando con él por fin.

Jon suspiró, apuntando mentalmente que debía llamar a su hermano por la mañana para preguntar si había ocurrido algo en específico en la reunión y para comunicar a su padre de que Colby no iba a ir a más reuniones sin él.

No pensaba permitir que nadie más hiciera dudar a su pareja de lo mucho que le quería.


¿Qué te ha parecido?

Espero que te haya gustado. Recuerda que Lobos sale a la venta en Amazon el día 28 de este mes.

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Lobos: relato y sinopsis

Lobos: relato y sinopsis.

relatos sinopsis

¡Feliz lunes!

Si, lo sé… es lunes.

¡Un día horrendo!

Y para animarlo te voy a dejar aquí un nuevo relato basado en los personajes de mi próxima novela, Lobos. En este te enseño lo ocurrido con uno de sus personajes y la razón de sus futuras acciones.

También te dejo la sinopsis de Lobos.

¡Estoy tan emocionada con la historia! ¡Tengo tantas ganas de que la veas!

Pero primero, el relato.

¡Que lo disfrutes!


Nueva York siempre le resultaba intimidante.

La ciudad era tan enorme, tan repleta de gente, ruidos, olores… era abrumadora.

Y las reuniones del Consejo no ayudaban a mitigar esa sensación. Más bien lo contrario.

Ver tantos Alfas importantes, a su padre ejerciendo su cargo, sus hermanos ocupando el lugar que les pertenecería en un futuro… Si, era muy consciente de la posición que un día ocuparían sus hermanos. Joseph sería el Alfa cuando su padre acabara su mandato y Jonathan su segundo, como lo era hoy en día su madre.

Y él… Colby no sabía cuál sería su lugar cuando llegara el momento, pero sí que sería al lado de sus hermanos.

De eso no tenía duda.

Siempre que visitaban Nueva York, a Colby le gustaba escaparse un par de horas para pasear por Central Park. Era el único lugar que no le agobiaba de toda la ciudad. Así que, mientras su padre tomaba algo con sus amigos, Joe iba a comprar un regalo a Gale y Jon se perdía paseando por calles que nadie conocía, él se dedicaba a recorrer el parque, solo.

Y mientras andaba y disfrutaba de un momento de tranquilidad y soledad, meditaba sobre su lugar en la manada y su relación con Jon.

Su relación, a pesar de que llevaban años juntos, aun resultaba nueva. Ambos estaban todavía adaptándose a la nueva situación. Pasar de hermanos y amigos a pareja no les estaba resultando fácil. Demasiados años de familiaridad y costumbres que debían mutar en algo nuevo.

Pero estaban trabajando en ello.

También estaba Jon y su negación a avanzar. A veces le costaba horrores que su pareja dejara de ser su hermano y se comportara como una pareja debía hacerlo. Colby quería a su hermano y le necesitaba, en ocasiones. Pero amaba más a su pareja y le necesitaba mucho más. Eso era algo que Jon tenía que aprender pronto. Antes de desesperarle.

– Bonito día, ¿verdad? – para fastidio infinito de Colby, un tipo vestido con traje oscuro se había colocado a su lado, apoyándose en la misma barandilla que él.

Era un hombre grande, con cabello rubio y ojos claros. Aparentaba ser mucho mayor que él, tal vez veinte años mayor o más.

Había mucho espacio para disfrutar de las vistas. ¿Por qué se había puesto ahí?

Molesto, el chico se limitó a asentir, desviando la mirada del hombre a su lado. Lo olfateó disimuladamente. Un humano. Ni rastro de magia en su olor. Solo cuero, gasolina y algo más que no terminaba de distinguir.

El tipo, obviando su molestia, siguió.

– Siempre que vengo de visita a la ciudad me gusta pasear por aquí. ¿Sabes? Da mucha paz. – su acento no era americano. ¿Ingles, tal vez? Europeo, con seguridad.

– Aja…

– Veo que a ti te gusta hacer lo mismo, Colby. – el joven lobo se tensó, volviéndose despacio para encarar al hombre. Este le sonrió y su sonrisa le puso los vellos de punta.

– ¿Quién eres? ¿Cómo sabes mi nombre? – la sonrisa del hombre se volvió socarrona.

– Sabemos mucho sobre ti. Y sobre tu familia. Sé que has venido aquí acompañando a tu padre y tus hermanos, para una reunión, ¿verdad? – el lobo gruñó. El tipo se abrió la chaqueta y mostró la culata de una pistola asomando de la cintura del pantalón. – Quieto ahí, chucho. Si me haces algo, te pego un tiro.

– Eso es un farol. No te atreverás a disparar en un sitio tan público.

El hombre rio. Una de esas risas que escuchabas al psicópata de las películas de miedo y te ponían los pelos de punta. Colby miró a su alrededor buscando una manera de salir de ahí. Calculó sus posibilidades y comprobó que no tenia demasiadas.

– ¿Eso crees? La Orden puede hacer lo que quiera.

– ¿La Orden?

– Exactamente, chico. Ahora presta atención. Si no quieres que te pase algo a ti o a tu familia, vas a hacer lo que te digamos.

– Ni de broma.

– Creo que no me has entendido. Esto no era una sugerencia. Es un hecho. – el lobo volvió a gruñir, enseñando los dientes. – ¿No crees que pueda obligarte? Tu hermano Jon está ahora paseando por el Bronx. – soltó de repente, confundiéndole. – Tiene la mala costumbre de meterse en malos barrios, ¿sabes?

El hombre sacó una Tablet de su chaqueta y la encendió. A los pocos minutos le enseñó la pantalla a Colby. En ella se podía ver a Jon andando, con las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta de cuero, mientras contemplaba escaparates.

Al lobo se le heló la sangre en las venas. Alguien estaba siguiendo a su hermano.

– Tengo entendido que este es tu pareja. – ¿Cómo sabía eso? Solo su familia conocía su relación. – Llámalo. Comprobaras que esto no es grabado. – Colby cogió su teléfono y llamó a su hermano.

En la Tablet, Jon se detenía y sacaba su móvil, sonriendo al contestar.

– ¡Ey, J! ¿Qué estás haciendo? – preguntó con la voz más normal que pudo reunir.

– Paseando por el Bronx. Deberías haber venido. Este sitio es genial. – en la imagen, Colby vio como su hermano se detenía en un puesto callejero y compraba un colgante plateado con la forma de la cabeza de un lobo. – ¿Voy a buscarte y comemos? Te llevo un regalo.

– Cla… claro que sí. ¿En veinte minutos frente al hotel?

– ¡Hecho!

Colby colgó después de despedirse, aun con el corazón en un puño. ¿Quién era ese tipo? ¿Cómo era posible que les estuvieran siguiendo sin que lo hubieran notado hasta ese momento? ¿Cómo sabían tanto de ellos?

Alguien les estaba espiando en su propia casa.

– ¿No es tierno? ¡Hasta te ha comprado un regalo! – se burló el humano. – Los lobos sois adorables a la hora de aparearos.

– ¿Qué quieres? – siseó.

– Por ahora, nada. Pero pronto volveré a aparecer y harás lo que te diga. Me traerás lo que te pida, sea lo que sea, o él muere. Avisa a los tuyos, y morirá igualmente. Puede que no podamos acercarnos a tu padre, siendo el Alfa, pero si a tus dos queridos hermanos, Colby. Recuérdalo.


Lobos.

Chicago. La Orden sigue imparable en su cruzada por acabar con la Comunidad Mágica.

Colby, quien traicionó en el pasado a su manada, está dispuesto a todo para redimirse ante los suyos y para eso tratará de interferir en los planes de la malvada organización.

Con la ayuda de Jon, su pareja, quien no permitirá que nadie los separe de nuevo y de Joseph, su hermano, intentarán salvar su mundo de la crueldad humana.

Sígueles en su aventura para mantener a salvo al mundo mágico.

¿Lo conseguirán?

Lobos es una nueva parte en la saga Comunidad Mágica vs La Orden de la autora Eva Tejedor, ya compuesta por los títulos Jack T.R., Kamelot 2.0, El juego de Schrödinger, El Guardián y Dagas de venganza.

¡No te pierdas la continuación de esta aventura!


¿Qué tal suena?

Bien, ¿verdad?

¡Pues vigila el blog porque habrá cositas más interesantes dentro de poco!

Y recuerda… ¡puedes encontrar mis otras novelas en Amazon y en el blog y no olvides invitarme a un Kofi o ser mi mecenas en Patreon!

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Recopilatorio de relatos cortos sobre la novela Lobos

Recopilatorio de relatos cortos sobre la novela Lobos.

relatos

Si, el título es muy clarito. Es un post de relatos ambientados e inspirados y protagonizados por los personajes de mi próxima novela, Lobos.

Así que disfrútalos. Pronto subiré alguno más.

Dos lobos y un bebe

Conversaciones

Espectador involuntario

Lobos de Davenport

Pronto prometo subir alguno más para que puedas ver mejor como son los personajes en esta novela.

Recuerda también que tienes otras novelas para leer, si no lo has hecho antes y que puedes participar echándome una manita con mi Patreon, donde tienes contenido exclusivo e invitándome a un Ko-Fi.

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Mi aventura de escribir. Podcast: Lobos

Mi aventura de escribir. Podcast: Lobos.

podcast

¡Hola! ¿Qué tal, queridos aventureros?

Soy Eva Tejedor y os doy la bienvenida al podcast de Mi aventura de escribir, el podcast de mi blog, mis novelas y mis chorradas.

Hoy quiero hablarte sobre mi próxima novela, Lobos. Sobre de qué va, sus personajes, sus antecedentes y su inspiración.

Porque su inspiración es algo que te va a resultar curioso, como poco.

La gente tiende a creer que los escritores estamos un día tan tranquilos y nos viene de repente la inspiración y empezamos a escribir como locos.

No es así… siempre. La inspiración puede darte una idea, no una novela entera.

Y tampoco viene de repente y sin hacer nada.

Unas veces, se te ocurre algo y empiezas a darle vueltas y vueltas y ahí aparece. Otras, estas leyendo algo o viendo algo y se te ocurre una tontería y ahí aparece. O estas escuchando algo. O estas durmiendo, que es cuando más fastidia.

O, lo más normal, estás escribiendo cualquier cosa y trabajando y se te ocurre algo y ahí aparece.

Eso es así, queridos aventureros. La inspiración no es más que el reflejo de trabajar y trabajar, como todo.

Otras veces, aparece por una chorrada.

He dicho mil veces y si no entra en mi Twitter y lo verás, que soy muy fan de la lucha libre. Prowrestling for the win para mí. Empecé volviendo a engancharme a WWE después de mil años sin verla y luego pasé a NJPW y AEW y hasta ahora.

Pero todo pasó con el Summer Slam de 2015 cuando el actor Stephen Amell, protagonista de Arrow participó en un combate por parejas junto con Neville contra Stardust y Barret.

Fue ese combate, por salir el actor ya que entonces era muy fan de Arrow, lo que me hizo regresar a la lucha.

¿Qué tiene que ver esto con la novela? Espera, que ya voy llegando.

En ese mismo programa hubo otro combate que me llamó la atención. Roman Reings y Dean Ambrose contra The Wyatt Family. Y ahí, a mi Ambrose me hizo mucha gracia. Tanta, que me hice fan y empecé a rebuscar.

Cuando yo me hago fan de algo, lo veo todo. Y quiero decir todo. Me hice fan de Ambrose y eso significó que busqué hasta la pelea más antigua que tuviera, cuando aún era Moxley en las indies hasta llegar a sus peleas en FCW y NXT. Y de ahí, a WWE con Roman y Seth haciendo el trio The shield.

Que voy llegando, en serio.

Pues viendo combates de estos tres, me tropiezo con una vez que intervinieron para impedir que la Autoridad, en esos años eran Triple H, Kane, Randy Orton o Batista, no recuerdo, dieran una paliza a Daniel Bryan, que acababa de ganarle un combate a Triple H. En un instante del lio que se formó ahí con tanta gente por medio, los tres arrinconaron a Triple H en el ring, rodeándole y dando vueltas a su alrededor amenazantes como una jauría de perros y uno de los comentaristas los llamo los sabuesos de la justicia, que era su sobrenombre.

Y ahí, justo ahí, se me hizo una lucecita en la cabeza.

Los tres iban siempre de negro, actuaban como un solo y atacaban en grupo. A mí no me parecían perros, me parecían lobos.

Y ¡hola, idea!

Si, los tres hermanos lobos del relato 3 hermanos y de la futura novela están inspirados en un grupo de tres luchadores.

¡Bienvenidos a mi cabeza!

Quitando que me inspiré en su físico un poco y usé sus nombres reales para nombrarles, no tienen nada que ver con las personas. Estos personajes son ficticios y nada parecidos a los reales. Están inspirados y ya.

Volviendo a la idea.

Ya la tenía, ahora había que trabajarla. Y creé el relato.

Pero después de escribirlo y hacer otras cosas más, sentía que le faltaba algo. Faltaba historia que contar. Pero no sabía como hacerlo.

La prueba de que no tenía ni idea de cómo hacerla está en que ha salido al tercer borrador. He cambiado la historia tres veces, desde puntos de vista a momento y trama.

Al principio tenia pensado contar su infancia. Era una idea muy bonita pero aburrida. A lo mejor un día lo hago, tal vez en un futuro relato. Pero no era para la novela.

Luego pensé en contarlo a medio camino. Aun juventud y antes del relato. Pero tampoco me convenció.

Y, entonces, decidí seguirlo a partir del relato, usando lo que había escrito en los otros borradores como información para cuando hablaran de momentos compartidos en el pasado. Eso es algo que luego usaría más tarde para ayudarme a escribir otro borrador, pero eso es ya otra historia.

Así que la novela parte desde lo ocurrido en el relato, el cual he revisado todo lo posible para incluirlo en la novela, como una especie de introducción.

Y a partir de ahí, la historia se va desgranando en lo ocurrido antes de todo eso, en las consecuencias de las acciones de los protagonistas y en detener por todos los medios a La Orden, que sigue avanzando en sus planes de destruirles.

Y, a pesar de que los tres salen en esta historia, la trama se centra más en los dos pequeños, que son también pareja. Aclaro que cuando digo que son hermanos, no lo son de sangre, muchas gracias. No están realmente emparentados. Se criaron juntos y eso, pero ya. Y estos dos siempre han tenido una relación distinta entre ellos a la que tenían con el tercer hermano.

Pues siguiendo a esos dos es como va a avanzar la historia, ya que uno de ellos, Colby trabajó con La Orden y su pareja le va a ayudar a fastidiar uno de los planes de la organización. Solo que cuando van a hacerlo, se encuentran metidos en otro lio y van a necesitar ayuda. Ahí volverá a aparecer Aidan, ya que es al único que conocen y que no intenta matarlos.

Luego la cosa se lía mucho más y espero no liarme yo tanto cuando me ponga a hacer la sinopsis… que mal las hago.

Esta novela y su relato anterior van justo después de Dagas de venganza. De hecho, si has leído el relato verás que, cuando aparecen los de Kamelot haciendo su cameo maravilloso, hablan sobre el incidente de Nueva Orleans y lo que han descubierto allí. Así que lo sucedido en el relato y en la novela viene un mes o dos escasos después del fin de Dagas de venganza.

Ha sido bonito recuperar a Aidan. Había olvidado lo muy cabezota que es, el chiquillo. Va a matarme a disgustos a mi y al resto. A ver si consigo que acabe la saga vivo…

Y eso es todo lo que puedo contarte por ahora de la novela. Esto y que la sacaré a la venta en Amazon el día 28 de febrero. Ya no queda nada.

En el próximo podcast te hablaré un poco más de los personajes, para que los conozcas y adores como yo lo hago.

Recuerda que puedes encontrar mis otras novelas en Amazon, buscando por mi nombre, Eva Tejedor, y en mi blog, miaventuradeescribir.com

También que tengo un Patreon en el que puedes colaborar, y también un Ko-fi.

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Y dicho esto, me despido hasta dentro de quince días.

¡Hasta la próxima, queridos aventureros!

Escucha «Mi aventura de escribir: Lobos. inspiración.» en Spreaker.

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Recopilatorio de posts sobre la nueva novela, Lobos.

Recopilatorio de post sobre la nueva novela, Lobos.

lobos

Primero, ¡Feliz año nuevo! Espero que hayas tenido una buena salida y entrada de año y lo hayas pasado bien.

Segundo, avisarte de que, tras pensarlo detenidamente, mi próxima novela pasará de llamarse Lobos de Davenport a Lobos. No sé, me suena mejor de esta manera.

También avisarte de que ya tiene fecha de salida fijada.

El 28 de febrero.

¿Por qué ese día?

Por nada en particular y por todo. Me daba buenas sensaciones la fecha.

Y dicho todo esto, avisarte también de que los próximos dos meses serán solo de promoción de la novela en el blog. Habrá un sorteo para conseguir la versión digital y enseñaré la portada y todo lo demás. Espero que me de tiempo a todo.

Ahora, el post.

He aquí el recopilatorio de post sobre la novela y sobre el proceso de crearla durante estos meses. Espero que te gusten.

Empezamos con las notas

Creando personajes

Creando mundos

Personajes rebeldes

Fanfiction y la inspiración

Reescribir el borrador

Necesito un malo

Construyendo al malo

Personajes secundarios

Personajes con alma

El pasado nos persigue: Colby

Joe, el corazón del lobo

Y vuelta a cambiar el borrador

¿A la tercera va la vencida?

Por qué he descartado otros borradores

Progreso de la nueva novela

Lobos de Davenport

Esto es todo lo que necesitas para ponerte al día con el progreso de la novela, que está a puntito de salir.

¡Estoy deseando enseñártela!

Recuerda también que tengo otras que puedes leer si no lo has hecho ya y que puedes participar echándome una manita con mi Patreon, donde tienes contenido exclusivo e invitándome a un Ko-Fi.

Lobos de Davenport

Lobos de Davenport.

lobos

En unos pocos meses, espero que para principios de año, estaré publicando mi próxima novela, Lobos de Davenport, una parte más de la saga Comunidad Mágica vs La Orden que se podrá leer tanto sola como en conjunto.

La novela seguirá la trama de la saga, buscando y tratando de detener el plan de La Orden, pero también contará la historia de redención de Colby y el intento de salvarle de si mismo de Jon, los lobos que protagonizaron el relato 3 Hermanos, disponible en Patreon y en Dagas de venganza.

Cuando hice ese relato acabé tan enamorada de esos dos que no podía no hacerles protagonistas de la siguiente novela.

Ahora mismo el borrador está en manos de mi queridísimo David Orell, que le está sacando fallos hasta a las comas (XD) y al que tendré que corregir cuando me lo devuelva.

Eso será, claro está, después de que pase el Nanowrimo, que no estamos ninguno para otra cosa.

Con suerte la novela saldrá para finales de enero o febrero.

Mientras, ya te he puesto algunos relatos, pero te voy a poner otro más porque si y porque me apetece.

¡Disfrútalo!


El sol de la mañana le despertó, cuando sus rayos le dieron directamente en la cara. Notó el peso y el calor de otro cuerpo junto al suyo y abrió los ojos para encontrarse con el cabello oscuro y alborotado de Colby.

El sueño les sorprendió la noche anterior mientras veían una película juntos sentados en la cama de Jon. El pequeño quería ver una de terror, Jon una de acción y acabaron con una comedia antigua que habían visto mil veces y se durmieron antes de la mitad.

Ambos estaban abrazados, el pequeño aun dormido, con la cabeza apoyada en su pecho. Jon sonrió sin darse cuenta, acariciando la cabeza del otro y pensando que su hermano necesitaba un corte de cabello pronto. O eso o haría como Joe, que ya tenía la melena a media espalda. Empezaba a parecer más un león que un lobo.

Pero Colby tenía el cabello por los hombros, ligeramente rizado y le hizo cosquillas en el pecho cuando se removió en sueños.

Colby hizo un ruidito, dormido, y el mayor sonrió más ampliamente. Con cuidado se apartó lo suficiente como para poder mirarle con más atención. Eran pocos los momentos que podía disfrutar con calma del otro. Cada vez más escasos y cortos.

Le acarició el rostro con las yemas de los dedos, disfrutando del momento. A la luz del día y con Colby despierto jamás intentaría algo así. No era su estilo demostrar afecto en público. Su pareja lo sabía y se lo permitía sin protestar pero Jon no era ciego. Sabía que le hería al comportarse así. Pero no podía evitarlo.

No era capaz de cambiar tan radicalmente. No todavía, al menos.

Ya puestos, tampoco iba a reconocer que estar ahí y así con el pequeño le hacía sentir seguro y feliz como nunca en su vida.

Verle así, dormido, relajado, tan confiado en sus brazos.

Sentir su cuerpo junto a él, su cálida piel bajo sus dedos.

Oír su respiración profunda, los suspiros cuando le acariciaba.

Todo en su pareja le llenaba de calidez y amor, sobre todo en esos momentos robados.

La casa empezó a cobrar vida, los sonidos de su otro hermano levantándose, su madre bajando las escaleras con sus tacones marcando sus pasos en el parqué… era hora de despertar al otro e ir a desayunar. Pronto sería hora de ir a clase. Colby empezaba su primer año en la universidad y Jon su segundo.

Con un suspiro resignado, volvió a centrar su atención en el rostro dormido del pequeño. Colby y él solo se llevaban seis meses pero era verdad que parecía más joven en comparación. Aun así, Jon pensaba que era adorable en muchos sentidos.

Colby abrió los ojos, despacio y sonrió adormilado al verle. Jon correspondió a su sonrisa, volviendo a acariciarle la mejilla e inclinándose hacia él, pegando sus narices sin dejar de mirarle a los ojos. Podía notar el sonrojo del pequeño y el calor que emanaba la piel bajo su mano.

Era como un imán, pensó Jon rozando su nariz con la del pequeño. No podía evitar sentirse atraído hacia él. Sus labios se rozaron imperceptiblemente, sacando un jadeo de Colby y Jon sintió un impulso casi irresistible de eliminar del todo la distancia que aún les separaba.

Casi irresistible…

La voz de su madre llamándoles para desayunar rompió la burbuja de intimidad en la que habían pasado la noche. Ambos intercambiaron una mirada y una sonrisa cómplice y salieron de la cama despacio y sin ganas.

Colby cogió su ropa para escabullirse a su habitación y así poder vestirse pero Jon le agarró del brazo en el ultimo minuto, tirando de él y haciéndole caer de vuelta a la cama.

El pequeño soltó una risita, sorprendido y Jon le silenció con un largo beso que les dejó a ambos temblando de ganas.

Jon rompió el beso y empujó a Colby fuera de la cama, riendo.

– ¡Venga, largo! ¡Nos van a pillar! – el pequeño le dirigió una mirada de fingido odio mientras tiraba de su camiseta para intentar ocultar su entrepierna.

– ¡Cabrón! ¡Ahora tendré que darme una ducha fría! ¡Esta me la pagas!

– Lo espero impaciente.


Nano 2019: Preparando la escritura.

Nanowrimo 2019. Preparando la escritura.

nanowrimo

Si has participado ya en el Nanowrimo sabes que tienes un mes para escribir cincuenta mil palabras.

Pero para poder conseguirlo, tienes el mes de octubre para prepararte.

La misma página de Nanowrimo te da ideas para este mes.

Trabajar en tus personajes, hacer tu guion o escaleta…

Te plantea y ofrece ejercicios para trabajar antes de que empiece noviembre, lo cual es estupendo.

Siguiendo la iniciativa maravillosa del Nanowrimo para motivarnos, voy a hacer un seguimiento del mío una vez a la semana en este blog.

Así los jueves se convertirá en el día Nano y te contaré en un post cómo van los progresos y las complicaciones que encuentre en el camino.

Esto va a ser algo más que un post más para rellenar la semana. Será también una manera de forzarme a acabarlo este año aunque no llegue a las palabras.

Eso si que será complicado XD

Empiezo esta misma semana contándote que ya tengo un guion orientativo de diez capítulos. Por ahora.

Tengo la mala costumbre de escribir toda la historia y luego acordarme de que los malos no han tenido su momento… así que pueden entrar dos o tres más después o puede que no.

Así que esta semana (y la pasada) la he usado en hacer ese guion, un resumen pormenorizado de la trama principal y la secundaria.

La idea es una continuación de la siguiente de la siguiente de la Comunidad mágica vs La Orden.

Empezaremos con un personaje y una situación que será la misma con la que acabé el anterior, así que no puedo decírtelo.

Si te puedo contar que los protagonistas son parte de la Comunidad, tres leones que están haciendo un viaje por carretera recorriendo el país.

Eso sería parte de una tradición de su raza. Cuando los leones cumplen la mayoría de edad, se deben marchar de su familia y ciudad para buscar a su futura pareja y formar su propia familia.

Max y Nicky son dos hermanos que llevan pocos meses en su viaje. Su familia es algo atípica para los cánones de su raza, pero ellos tienen sus maneras de hacer las cosas.

Con ellos va Kenny, otro león que también esta de viaje, pero no por las mismas razones. Kenny está desterrado de su familia y ha sido degradado de alfa a omega, lo que le impide formar familia. Pero se tropezó con los hermanos y ahora los acompaña hasta que estos acaben su viaje.

En un momento los tres van a chocar con La Orden y se verán obligados a decidir si interfieren en sus planes o no.

No puedo contar mucho de la idea porque destriparía parte del final de la que aun no he publicado XD

Pero esa es la idea principal y repito con criaturas mágicas y las relaciones entre ellos.

Tengo muchas ganas de escribirla y que puedas leerla.

La semana que viene iremos con otra parte interesante de la preparación para el Nanowrimo.

 

Progreso de la nueva novela

Progreso de la nueva novela.

progreso

Ya estoy en la fase relleno.

Eso significa que he reunido toda la historia en un solo archivo, la he corregido y he cogido mi libreta para apuntar, capitulo por capitulo, todo lo que parece faltar.

Después de eso vendrá otra parte difícil, con una nueva lectura y, probablemente, buscar opiniones ajenas.

Pero eso es para más adelante. Con suerte, puede que para cuando estés leyendo este post, ya que lo estoy escribiendo con mes y pico de antelación.

Hay que estar preparada.

Ahora toca ese segundo rellenillo del que te he hablado. El que tiene que convertir las pocas páginas que llevo en un numero que se asemeje al de una novela corta, por lo menos.

Y eso sin contar el relato.

¡Socorro!

Odio rellenar.

Tengo que ampliar textos, descripciones, añadir o quitar conversaciones.

No es nada divertido. En serio.

Es divertido cuando, al terminar, ves el resultado y compruebas que la novela ya tiene forma. Eso si es divertido.

La verdad es que no estoy muy bien, anímicamente hablando, así que esta me está costando la vida acabarla. No encuentro las ganas de ponerme.

Hasta me he puesto una hucha en la que echar dinero cada día que no escriba algo.

Pero tengo muchas ganas de que leas esta historia. Adoro a mis lobos y quiero que los veas participar en la saga.

¡Y me encanta el final que le he dado! ¡Y quiero que lo leas, porque vas a disfrutarlo tanto como yo!

Sobre todo, si has leído las anteriores.

Esta, como las demás, va a ser parte de la saga pero se podrá leer independientemente, sin necesidad de haber leído las anteriores.

Pero se disfruta más si ya las conoces.

Y, de verdad, el final va a encantarte.

A la saga ya le quedan dos o tres historias más para acabarse. Luego ya seguiré ampliando con los relatos y pondré a sus personajes a hacer otras cosas diferentes.

A muchos de los personajes les queda mucho que contar.

Mucho, mucho.

Puede que la saga acabe pero habrá más historias con ellos.

¿No quieres saber que pasará entre Aidan y Zack?

¿Volverá a aparecer Charles?

¿Qué ha ocurrido con Paul y Alger?

¿Y Will?

¿Qué nuevos problemas tendrá la Comunidad Mágica?

Todo eso lo vamos a averiguar en nuevas historias y relatos.

Pero primero esta.

Pronto te diré como se va a titular, que ya sí que tiene título.

¿Tienes ganas de saberlo?


Recuerda que puedes leer las otras novelas en Amazon o aquí en el blog.

Y que puedes escuchar el último episodio del podcast

Escucha «Mi aventura de escribir: Kamelot 2.0» en Spreaker.

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Resumen semanal: cuarta semana de mayo.

Resumen semanal: del 20 al 24 de mayo.

resumen

 

Lunes.

Esta semana te hablo sobre uno de mis personajes favoritos y el bicho sobrenatural que más me mola, Jerrad, el dragón. ¡Ven a conocerlo!

 

Jueves.

¿A la tercera va la vencida? Puede que esta vez sea así. El borrador va por su tercera versión y espero que la última para que pueda avanzar de una vez.

 

Viernes.

¡Y se acabó la semana! ¡Ten buen finde y a disfrutar!

 

¡Y recuerda! Puedes conseguir mis novelas en Amazon y en la Tienda del blog.

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¡No te los pierdas!