¿Quién a estas alturas no ha visto ya Los Bridgerton?
Alguno habrá, seguro. Pero hay que reconocer que Netflix dio un pelotazo con su estreno y que sus fans esperaban como agua de mayo su segunda temporada.
Temporada, por cierto, que para los que esperaban algo similar a la anterior, habrá sido bastante decepcionante.
A mí me ha gustado. La anterior me gustó mucho también, pero me parecía algo saturada de escenas de sexo. Esta la veo más ligera y divertida. Ahora a esperar como sale La reina Carlota.
Pero analicemos un poco la cosa… ¿Por qué una serie/libro como este tiene tanto éxito?
A fin de cuentas, queridos, es una serie basada en una saga de novelas románticas.
¿Por qué tiene tanto éxito?
Los libros ya gozaban de un éxito rotundo.
¿Por qué?
Olvidemos un segundo la serie y centrémonos por qué ciertas novelas de este género tienen tantísimo éxito.
No es un formato ni nuevo ni original.
Son novelas románticas ambientadas en la época victoriana. Da igual si es un poco antes, un poco después o está en un sitio o época sin concretar. Hay bailes, fiestas, vestidos, modistas, sedas, valses y caballeros (normalmente ingleses o escoceses) apuntando sus nombres en tarjetas de bailes de señoritas debutantes.
Otra cosa en común, la protagonista. Siempre es alguien que está por encima de lo esperado y no se conforma con ser el florerito bonito de la fiesta. Es lista, aguda y siempre está haciendo algo escandaloso para su época.
A ver, yo entiendo que esa época la pintan muy bonita pero las mujeres tenían cero opciones con su vida salvo casarse bien. ¿Por qué no escoger otra época en la que su protagonista sea más libre?
Simple… nos gusta la idea de vernos como una dama. Incluso si sabemos que duraríamos dos segundos si nos dieran la opción de verdad.
El protagonista será siempre un caballero rico, normalmente mujeriego, y que habrá jurado no casarse porque así le va muy bien. Claro que todo eso se va por la ventana cuando conoce a la protagonista y decide (sin preguntarle a ella primero) que se va a casar con ella.
Son cosas que en la vida real no aceptaríamos ni borrachas, pero en las novelas nos gusta mucho leerlas.
¿Por qué?
¡Y yo qué sé! Lo que sé es que tengo un porrón de novelas de ese estilo porque me gusta mucho leerlas.
Como a mucha gente.
Te he dicho antes que el formato no era original y para los que llevamos años leyendo novelas así, lo sabemos.
Otros ejemplos a sagas parecidas a los Bridgertons serían los Malory de Johanna Lindsey, los Cynster de Stephanie Laurens o los Argeneu de Lyndsay Sands.
Todas tienen varios puntos en común.
La época en la que están ambientas.
Todos los protas vienen de familias numerosas, mayoritariamente hombres (salvo los Bridgertons que son 4/4)
Los hombres son mujeriegos o se niegan a casarse o las dos cosas.
Son ricos y envidiados por ello y porque son muy guapos.
Se salen del canon de caballeros ingleses. Son tíos grandes como armarios empotrados, bronceados, con cabellos que pasan del rubio al moreno al pelirrojo, con ojos azules/verdes/castaños y que no temen al frio inglés, ya que siempre están en manga de camisa o con la camisa abierta o rota. ¡Con la rasca que hace allí!
Mayoritariamente, son familias con una matriarca viuda. No en todos, eso sí, pero si hay padres va a ser una madre. Una madre sufridora porque sus hijos no se casan…
¡Ah! Y esos hijos siempre están rozando la edad de que quedarse para vestir santos. Ellos suelen estar ya en la treintena, algo que ya era un vejestorio en la época ambientada y ellas ya pasan la edad de casarse de largo, con veinticinco o más. Para hacer el matrimonio más acelerado.
Y si la edad no funciona, se les pone en una situación comprometida delante de alguien y ya.
Con eso no creas que me estoy burlando de esos libros.
Los menciono porque los tengo y los he leído muchas veces. Son mis sagas favoritas. Hay mucho humor del bueno y están genialmente escritos. Esas escritoras fueron mi preferidas durante años. Y lo siguen siendo.
Aun acudo a ellos cuando tengo una racha regulera.
Pero todos tienen un patrón. Es normal. Es algo que, si te fijas, todos los libros tienen un patrón y los que comparten género suelen ser similares en ciertas cosas.
Y estos tuvieron todos mucho éxito en su momento. Es normal que compartan cosas que los hacen parecidos.
Luego, todos tienen sus diferencias puntuales que los hacen especiales.
Los Bridgerton tienen un punto refrescante, aunque la serie difiere bastante de los libros, aviso. Sus personajes femeninos son más actuales y es fácil empatizar con ellos. Y, por supuesto, Lady Whistledown.
Los Cynster tenían esos sobrenombres tan curiosos y esas backstories tan originales.
Los Argeneu eran vampiros y vivían en la actualidad y eran desternillantes en ciertos momentos.
Y los Malory eran pintorescos hasta más no poder y las pullas entre los hermanos eran divertidísimas.
Escribir una saga así, como esas y que tenga su éxito es muy difícil. La fórmula parece fácil pero que destaque y sea original de verdad no lo es tanto.
¿Tendremos otra?
En cualquier momento saldrá otra diferente y dará el pelotazo. No sabremos si como para llegar a serie de Netflix, pero lo dará.
Eso seguro.
Las novelas románticas parecen ser eternas y nunca van a morir.
¿Verdad?