Relato: Luna llena en Memphis. Capítulo 8 y final.

Relato: Luna llena en Memphis.

Capítulo 8 y final.

luna

 

Astrid aparcó el coche en un descampado a las afueras de la ciudad, lo suficientemente apartado de todo como para que nadie pudiera ser testigo de lo que iba a ocurrir.

Mucho mejor así, pensó mientras escondía un cuchillo en su bota.

Presumiblemente, le quitarían sus armas al llegar, así que no estaba de más intentar colar alguna a la fiesta.

En el solar había un edificio en ruinas. Era una antigua fábrica, por lo que parecía. Tenia el tejado completamente destrozado, las pocas ventanas que quedaban no tenían cristales y los muros estaban cubiertos de maleza y pintadas. El suelo era un barrizal, a causa de la humedad en el ambiente.

Iba a ensuciarse las botas nuevas.

Entró al edificio con cautela. El lugar estaba completamente vacío, ningún mueble o cualquier cosa que indicara que estuviera siendo usado. Debía ser uno de esos edificios que La Orden utilizaba para esconder mercancía.

No tardó en encontrar lo que buscaba. La arpía mantenía al chico en el centro del lugar, esposado y con una pistola apuntándole a la cabeza.

No había rastro de Bauman.

–  ¿Dónde está Bauman? – preguntó, molesta. No había venido a discutir con una subordinada. Ya estaba harta de jugar al gato y el ratón con esa sanguijuela.

–  Justo detrás de ti, querida.

Astrid maldijo en voz baja, sintiendo el frío acero del cañón de una pistola apuntándole por la espalda. No le había escuchado venir. Eso le pasaba por distraerse.

–  No sé cómo se me ha pasado el pestazo a mierda cuando te has acercado, la verdad. – repuso. Bauman le golpeó con la culata del arma en la espalda, haciéndola caer de rodillas.

–  Muy graciosa. Vamos a terminar con esto de una vez, que ya estoy cansado de tus continuas interferencias, gorgona. Primero… – Bauman tiró de su brazo, haciéndola girar para rociarle la cara con un spray.

El liquido cayó en los ojos de Astrid, provocándole tal dolor que fue incapaz de aguantar los gritos. Cuando intentó abrir los ojos, veía borroso y el dolor le obligaba a volver a cerrarlos. No tenía idea de que era lo que le había echado pero estaba haciéndole mucho daño.

–  ¡Hijo de puta! – gritó. El otro soltó una carcajada.

–  Así me aseguro de que no acabo convertido en piedra. – se burló Bauman, empezando a golpearla sin piedad. – Ahora empieza lo divertido.

Alec observaba impotente como el cazador le daba la paliza de su vida a su compañera. Forcejeó con las esposas, pero la arpía le golpeó haciéndole caer.

–  ¡Quédate quieto y disfruta del espectáculo! Vas a ser el siguiente.

El chico gruñó y alzó la mirada para ver que el cazador estaba dispuesto a acabar con su amiga. Dolph tenia una de sus dagas en la mano, alzándola peligrosamente contra la chica.

–  Por fin voy a librarme de ti, engendro.

–  ¡No!

Cuando el cuchillo estaba a punto de tocar la carne de la chica, alguien pasó a toda velocidad y empujó al cazador, alejándolo de su víctima. Ambar, que era quien había empujado a Dolph, aprovechó que estaba aturdido para atacar a la arpía. Lilith saltó hacia ella para atacarla.

Antes de que la criatura pudiera emitir ningún sonido, la loba le rasgó la garganta con las garras, dejándola, desangrándose en el suelo. Luego se dirigió hacia Bauman, al que cogió del cuello y lo arrastró hacia la gorgona que se había sentado en el suelo.

–  Nosotras vamos a librarnos de ti, por fin. Abre los ojos, Astrid. – ordenó la loba.

Astrid obedeció con gran esfuerzo, ya que le seguían doliendo a causa del líquido. Sin embargo y a pesar del dolor, la gorgona sonrió al ver a su enemigo frente a ella.

O mas bien, intuirlo, porque seguía viendo borroso todo. Borroso y oscuro. Pero no importó. Él estaba ahí, era todo lo que necesitaba. Concentró todo su poder y escuchó con satisfacción como se iba convirtiendo en piedra.

Dejó la cabeza para el final, permitiéndole verla y escucharla por ultima vez. Era una muerte más dulce de lo que tenia pensado para él pero no estaba en posición de ponerse exquisita con el tema.

–  Esto es por mis padres y hermanas, desgraciado. Ya no volverás a hacer daño a nadie más.

Cuando ya estuvo convertido completamente en piedra, Ambar lo redujo a polvo de un puñetazo. No era tan satisfactorio como si lo hubiera matado ella pero al menos su familia estaba vengada y ella ahora podría volver a su vida y sus estudios.

–  Gracias. – la loba se encogió de hombros, ayudándola a levantarse.

–  Matarlo no iba a devolverme a mi familia, igualmente. Nada lo hará. Pero me sentiré más tranquila ahora que sé que no está.

–  Tienes razón. Y sienta tan bien…

–  ¡Ey! ¿Podéis alguna de las dos quitarme estas esposas? – chilló Alec. Ambar rio y se acercó hasta él, rompiendo la cadena de las esposas, liberándolo. – ¡Gracias! ¡Ya era hora!

El chico se acercó rápidamente a su compañera, que seguía sentada en el suelo e intentó ignorar los cascotes de piedra que antes fueran Bauman para agacharse a su lado.

–  ¿Estas bien? – le preguntó, observándola detenidamente. Tenía varios golpes en el rostro que ya empezaban a oscurecerse. No quería imaginar como estaría el resto del cuerpo. – Te ha dado una buena zurra.

–  ¡Ah, eso no ha sido nada! Dolerá un rato y mañana estaré bien. – Astrid hizo un gesto, restando importancia al asunto y se puso en pie con la ayuda del chico.

–  Vamos, iremos al motel y te compraré todos los perritos calientes del barrio para que te recuperes. – Ambar y Alec empezaron a andar, dirigiéndose a la salida pero se detuvieron a los pocos pasos al ver que Astrid no les seguía. – ¿Qué pasa? ¿No quieres volver al motel?

–  Si, eso estará bien… solo hay un problemita…

–  ¿Cuál?

–  Vas a tener que ayudarme a llegar allí porque no puedo ver nada.

El chico sintió un escalofrío recorriéndole de pies a cabeza. No estaba insinuando lo que él creía que estaba insinuando, ¿verdad?

–  ¿Cómo que no puedes ver?

–  No sé que tenia lo que me ha echado Bauman en los ojos pero no puedo ver. He perdido la vista.

 


¡Y se acabó por ahora! A ver si después del verano os puedo traer alguna aventura más de Astrid o no. Quizás la jubile.

¡Feliz verano!

 

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Endgame: el final del camino

Endgame: el final del camino.

avengers

Ahora que ya ha pasado suficiente tiempo puedo permitirme hacer un post sobre esta película que ha revolucionado el cine de superhéroes.

Diez años y más de veinte películas han creado un universo mágico del que hemos disfrutado mayores y niños. Un universo que ha dado vida a un genero muerto y maltratado por el público.

El genero de los comics.

Vengadores: Endgame ha roto la taquilla, desbancando a Avatar y ha marcado a muchos fans y actores con sus historias.

Ya nadie será capaz de imaginar a Ironman o Thor o Hulk sin las caras de RDJ, Chris Hemsworth o Mark Ruffalo. Va a ser imposible.

Y la película ha cerrado un primer ciclo como lo empezó. Con los actores originales siendo los que acaben con todo.

Es simplemente maravillosa.

Estas semanas, lamentablemente, he estado leyendo criticas bastante injustificadas sobre ciertos puntos de la trama. La cosa es que nos hemos convertido en una sociedad que se dedica a criticar en vez de disfrutar porque queremos que todo sea perfecto pero según nuestro punto de vista.

Así como se ha criticado que la Capitana Marvel saliera maquillada (¿En serio?) o su poco peso en la historia. Como he dicho antes, esta película estaba hecha para que el peso de la trama cayera en los seis originales. Nadie más. Ellos lo empezaron, ellos lo acababan. En cuanto a lo del maquillaje, anda y toma un café y te relajas, leñe.

Se ha criticado el momento chicas en mitad de la batalla, diciendo que era muy forzado. A ver… ya habrás notado el patrón de criticar todo lo que sea femenino, pero vamos a obviar eso. El momento era forzado… obvio, pero fue idea de ellas, según han contado los directores. Ellas quisieron tener ese momento y se rodó y luego pidieron que no se quitara.

¿Y por qué iba a quitarse?

¿Tienes idea de lo difícil que es para una chica encontrar algo que la represente en el fandom comic o superhéroe? Vas a comprar ropa o merchandising y todo, pero todo es talla de hombre. No hay tallas de chicas. No hay camisetas guays en talla mujer. Y si las hay, adivina… la purpurina, lentejuela o el rosa innecesario está presente.

Es patético.

¿Así que las actrices pidieron tener ese momento y los directores decidieron dejarlo? ¡Estupendo! Así cuando cualquier niña vea esa película podrá comprobar que no solo los héroes masculinos son los más guays, que las chicas también lo son y pegan tan fuerte como ellos. Y lo mejor, que se apoyan mutuamente y no dejan a una compañera sola.

¿Era forzado? Si, pero había que ponerlo y me alegro mucho. Y lo aplaudí tanto como la llegada de Spiderman, fíjate.

Y quiero recalcar la excelente actuación de RDJ en toda la película, que está magnifico y deberían darle un premio pero ya sabemos que en esta clase de pelis no los dan. Una pena.

Lo bonito que es que su personaje sufra por la perdida de Spiderman, tenga cargo de conciencia y se divida entre quedarse con su familia y ayudar a los otros a recuperar lo que perdieron.

Y ese “Te quiero 3000” que va a ser mi frase favorita para siempre.

La pena que sentía cada vez que veía a Natasha y lo graciosa que siempre me ha parecido su amistad con Steve Rogers, que se pasó todo Soldado de Invierno buscándole ligue y que él acuda a ella a buscar consuelo.

Y otra cosita. La gente tiene un concepto equivocado de la relación entre Natasha y Clint (Hawkeye/Ronin). Los creen amantes y no es así. Clint salvó la vida de Natasha cuando no la mató como ordenó Shield. A cambio, la ayudó a entrar en Shield y empezar una nueva vida. Y él la incluyó en la suya, haciéndola una de las dos personas que sabía de su familia. La convirtió en la tía Nat e incluso nombró a su tercer hijo por ella. Nat y Clint no han sido ni son amantes.

Son como hermanos. Y me parece preciosa su relación.

Ese “Por favor, no me des esperanzas” “Siento no haber podido dártelas antes.”

Igual que la relación entre Tony y Steve, que es de hermanos también. Pero hermanos que se llevan regular, de esos que se tienen celos por razones absurdas.

Tony que lleva toda su vida oyendo a su padre hablar maravillas del Capitán y creyéndose menos querido por su progenitor por su causa. Y Steve que envidia la facilidad con la que ha crecido Tony. A Steve le da rabia que Tony tenga tantos dones y solo los use a su favor, no al del mundo.

Pero los dos han hecho mucho por el otro. Tony ha pasado de ser el play-boy egoísta a ser un héroe con todas las letras y sacrificarse por el bien común. Y Steve ha dejado de ser tan estirado y perfecto para ser humano.

Me quedo también con los momentos burrito, Ant-man siendo adorable todo el rato, ver momentos de las pelis anteriores desde otro punto de vista o ver el qué pasó después, Clint y Natasha recordando Budapest en la nave minutos antes de que pelearan por ver quien se sacrificaba por la gema del Alma.

Ese “¡A tu izquierda!” de Falcon antes de que aparecieran los refuerzos y todos diéramos un grito en el cine. Peter Parker saludando con su verborrea incontrolada a Tony y que este lo abrazara y ese “¡Ay, esto es agradable!”.

Y, por supuesto, ese “Y yo soy Ironman” con el que empezó todo y con el que se acaba con esta fase. La frase que a todos nos hizo saltar las lagrimas y, de nuevo, ese RDJ maravilloso.

La película podrá tener fallos y puntos flojos pero soy incapaz de verlos. Me ganan todos los detalles, las curiosidades, las improvisaciones, los chistes.

Son todos geniales.

Y para quien diga que lo de Thor no tiene sentido. En serio… el chico está deprimido porque se siente un inútil completo. En nada ha pasado de ser un príncipe consentido a perder a su padre, su madre, su planeta, la mitad de su gente, su martillo… y no pudo detener a Thanos. ¡Claro que está deprimido y se ha dado a la cerveza y la pizza!

En fin, ya he desvariado suficiente de lo mucho que me gusta esta peli y lo mucho que deseo saber como va a ser la siguiente fase.

¿Estás preparado para ella?

Por cierto, Aritz Perez del blog El constructor de mundos me ha hecho una completísima entrevista y una reseña de Dagas de venganza que me tiene loca de contento. ¡Ve y échale un ojo!

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También puedes suscribirte al blog y conseguir gratis el relato 3 hermanos.

¡No te los pierdas!

Y fueron felices y comieron perdices… los finales.

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Hablemos de los finales…

Empiezas una historia y es genial. Lo tiene todo: buenos personajes, buena trama… pero… llegas al final y no te gusta.

Hay finales para todos los gustos, por supuesto y muchos no van a gustarte. Otros muchos, si.

Cuando éramos pequeños, casi todas las historias que leíamos (o nos leían) terminaban con un “y fueron felices y comieron perdices.”. Finales felices y perfectos donde los buenos se llevaban su justa recompensa y los malos eran castigados.

Os dire una cosa, Disney es muy culpable de que ahora no me guste leer algo que no tenga un final feliz. O, por lo menos, uno donde los protagonistas acaben medio bien.

Pero no todas las historias necesitan un final feliz. A algunas no les pega. A veces un final triste, uno inconcluso o uno que te deja con ese regustillo raro de saber que no es un “final final”, si no un “continuara”.

Lo bueno que tenia escribir fanfics era, precisamente, el cambiar los finales que no te gustaban. De eso trataba. Tu cogías tu historia/película/serie favorita y cambiabas la trama, creabas ese giro que los guionistas no quisieron darte y escribías el final que habías soñado. Esa era una de las ventajas (y la parte más divertida) de escribir fics, sin duda alguna.

Cuando estas escribiendo tu historia, nunca sabes qué final va a tener. Vale, si. Lo sabes. Lo tienes planeado. Pero, siendo realistas, ¿Cuántas veces has llegado a ese final planeado? ¿No te lo han cambiado los personajes a mitad de historia? ¿O has cambiado de idea?

¿Ves? Nunca sabes cómo vas a terminarla.

Para saber cuándo debe empezar y terminar tu historia, echad un ojo a este post de Literautas. ¡Muy recomendable!

Ahora… ya sabéis que prefiero los finales felices (una es así de cursi, denunciadme) ¿y vosotros? ¿Qué final preferís?

¿Feliz? ¿Abierto? ¿Cerrado? ¿Triste?

¿Cuál?