En El Guardián me saqué de la manga un personaje secundario que era un dragón.

Y salía solo porque quería hacer el chiste.

–  ¿Un dragón?

–  Irónicamente es nuestro jefe de bomberos. 

Si, solo salió para eso. No pude ni quise evitarlo. Tengo una contadora de chistes malos en mi interior.

Luego le cogí cariño y le di una vida y una historia de fondo y me acabó gustando tanto que lo tengo en reserva con la intención de darle el protagonismo que merece en un futuro próximo.

Igual que a los hermanos lobo, Joe y Jonathan (los que hayan leído ya El Guardián me entenderán).

Hay una futura historia para los hermanos, espero que muy prontito.

Pero hoy voy a hablarte de dragones.

El rey de las criaturas de fantasía por excelencia.

¿A quién no le gustan los dragones?

Volvieron a estar de moda no hace demasiado, gracias a la adorable película «Como entrenar a tu dragón».

Pero antes de eso ya había dragones muy conocidos, la mayoría en mi infancia y juventud.

El hermoso Fujur, de la historia interminable, al que casi todos confundimos con un perro… eso les pasa por usar de modelo los dragones chinos de los festivales…

Draco, de Dragonheart que fue doblado por Sean Connery/Paco Rabal dándole una personalidad perfecta para un dragón.

Smaug, de El Hobbit, y su obsesión enfermiza por el oro.

Desdentao de Como entrenar a tu dragón o como un personaje puede decir tanto sin pronunciar palabra.

Aquí os dejo algunas de las mejores películas con dragones.

Y la lista de los mejores dragones del cine. 

El dragón siempre será el rey de la fantasía. Ninguna otra criatura puede ser un aliado tan poderoso ni un enemigo tan mortal.

No importa si habla o no, siempre va a impresionarme más que cualquier otra criatura.

¿Y a ti, te gustan los dragones?

¿Te gustaría leer una historia sobre mi dragón bombero? XD

Si es así, ya sabes… ve pinchando AQUÍ y te lo pillas.

Voy avisándote también que San Valentin está a punto de volver… Si, otra vez.

Y para celebrarlo mis novelas estarán todas a 0’99 desde hoy hasta el día nefasto 14.

Si quieres a alguien, regálale libros. ¡Es lo mejor!

Por cierto, que soy un desastre y no lo pongo nunca… David Orell, que es más apañao que un jarrillo de lata, me hizo una entrevista muy divertida en su blog. Puedes leerla AQUÍ.