Destruction Bay, un escenario en ninguna parte.

Destruction Bay es un pueblo real que está situado en el Yukón, Alaska. Con una población de 55 habitantes, es uno de los pueblos más pequeños de la zona. Aunque no el más pequeño.

Es un sitio precioso en mitad de ninguna parte.

Y eso fue, precisamente, lo que me hizo escogerlo para convertirlo en un pequeño refugio de miembros de la Comunidad Mágica que se esconden de algo o alguien.

Normalmente, de La Orden.

Destruction Bay lo descubrí investigando para una serie de fics en los cuales, una pequeña manada de hombres lobos se escondían en una granja en las afueras del pequeño pueblo. La localización del lugar y la escasa población lo convertían en el sitio perfecto.

Lo rescaté cuando escribía El Guardián. Necesitaba un sitio donde esconder a Paul y Alger mientras huían de la ley y de La Orden. Solo que decidí que esta vez todo el pueblo iban a ser criaturas mágicas.

Desde el enterrador, quien es un metamorfo que puede convertirse en coyote, al sheriff, que es un lobo, o la bibliotecaria, que es una sacerdotisa vudú.

Todos se esconden de algo.

La única humana es Rose, una chica a la que un amigo del enterrador trajo porque su ex novio la maltrataba y lo habían contratado para matarla. Larga historia.

Otros habitantes del pueblo y que han salido en mis relatos y que espero que salgan pronto en mis novelas son Jerrad, el dragón, Joseph y Jon, los lobos y Charles, que va tanto de visita que lo van a empadronar allí.

Destruction Bay no es bonito. Los alrededores, sí. Muchísimo. Lagos, montañas verdes, bosques… pero el pueblo, no. Lo imagino como debía ser en la época de los buscadores de oro, lleno de barro, gris y algo sucio, causado por el mal tiempo, el frio, la nieve y los deshielos.

No quería que fuese un sitio ideal. Solo un lugar donde esconderse, lamerse las heridas y salir de nuevo al mundo real y a la batalla.

Y tienen una batalla muy dura por delante.

Ya veremos cómo sigue.